El recorrido exterior del jamón curado español es extenso. En 2017 se exportaron oficialmente desde España 44.078,38 toneladas, lo que supone casi un 8% más que en 2016, un 42% más que en 2013 y más de un 300% desde hace 15 años. Hoy en día son ya cerca de 100 países de media, a los que se envía jamón curado español cada año en todas sus modalidades -jamón curado, jamón serrano y jamón ibérico- y bajo todo tipo de curaciones y presentaciones, según datos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (Aeat), plasmados por el Consorcio del Jamón Serrano Español.
Noel, Argal, el Pozo, Campofrío…, son las algunas de las 29 empresas que forman parte del Consorcio de Jamón Serrano Español (CJSE). Una entidad creada en el año 1990 bajo la premisa de “garantizar al consumidor un producto de calidad y también una labor de promoción y comunicación en el exterior de este producto”, explica su presidenta, Anna Bosch.
Los 29 socios que conforman el Consorcio del Jamón Serrano Español representan el 40% de la producción del jamón serrano del país y constituyen aproximadamente el 65% de las exportaciones de este producto. Bajo su contramarca, Consorcio Serrano, el CJSE selló en 2017 un total de 732.944 piezas, y las previsiones para el pasado ejercicio de 2018 apuntan a que las ventas alcanzarán las 755.000 piezas, lo que supone un incremento del 5%.
El consorcio exporta a más de 60 mercados exteriores y tiene en Alemania y Francia sus dos principales mercados. “Estos dos países son el 50% de lo que representa el consorcio, otros tres países importantes son México, Suecia y Chile”, señala Bosch. En los próximos años el objetivo que adelanta la máxima responsable del consorcio será el desarrollo en Australia y Estados Unidos. La organización cuenta para ello con el apoyo del Instituto de Comercio Exterior (Icex), con el que realiza su plan sectorial. Estos países “son mercados en los que ya estamos exportando y lógicamente en los que creemos que se puede hacer una gran labor. Lo que queremos es que se vayan consolidando y ampliando el volumen de exportación”, señala Bosch.
El consorcio ya trabaja en Estados Unidos con una cuota de mercado de casi 17% (2017). Es un mercado donde se trabajan todos los formatos y hay un interés creciente del retail por contar con una especialidad tradicional española como el jamón serrano. También detectamos interés en food service, en formato deshuesado. El principal competidor para el producto español en este mercado es el jamón italiano.
La presidenta del CJSE se mantiene expectante sobre el acuerdo firmado recientemente con China para exportar productos cárnicos y que permitirá la venta en el país de patas de jamón entero. Para Bosch es “un acuerdo positivo, estamos en un mundo global y permite que las barreras entre países se vayan eliminando, pero hay que ver cómo se materializa porque es un mercado en el que hay que estar homologado. Lo vemos con mucho interés y con perspectivas positivas para el futuro”. China importó en jamón serrano ibérico 120 toneladas, para el pasado año las previsiones pasan porque se alcanzarán las 260 toneladas. De esta forma, si se hace la equivalencia en piezas, serían unos 30.000 jamones los comercializados. “Lo que exporta el consorcio, que son 755.000 piezas, esa cifra representaría un 3%, es un mercado pequeño, pero con perspectivas de ser muy grande en futuro”, explica Bosch.
Según los datos del Consorcio del Jamón Serrano Español, el 82-84% que se exporta desde España tiene como destino la Unión Europea y el 18-16% restante se exporta a los países terceros. El jamón curado español es el producto cárnico que más imagen de país transmite y genera, destaca Bosch. Por otro lado, en cuanto a los fraudes que pueden dañar esa imagen, la presidenta del Consorcio considera que son “excepciones, no podemos poner en duda que el sector lo está haciendo bien, es un sector muy profesionalizado”.
Bosch destaca que para el consorcio es esencial la trazabilidad del producto, cumplir todos los requisitos que tienen establecidos “nuestros socios hicieron el pasado año 241 auditorías”. Unos ‘exámenes’ por los que pasan todos los asociados y que son realizados por la auditora SGS. El sello de SGS garantiza al consumidor un jamón obtenido con materia prima de origen español, con un período de maduración mínimo de 45 semanas desde salazón y una selección final realizada pieza a pieza, cuyo objetivo es ofrecer la máxima calidad y su puesta en el mercado en el momento óptimo de su consumo. El Consorcio, por otra parte, está abierto a dar entrada a nuevos socios siempre que cumplan con los requisitos.
Los Jamones de Alba Romero también son exportados a gran parte de Europa. Promoviendo con esta acción al engrandecimiento de las exportaciones internacionales de nuestro mayor tesoro. El jamón Ibérico de Bellota.
Un hito
En octubre del pasado año, el Consorcio del Jamón Serrano Español firmó su pieza 15 millones desde su fundación.
Un hito logrado gracias a las acciones de promoción internacional desarrolladas tanto en Europa como en diferentes países de América por esta organización. Acciones para las que cuentan con el apoyo institucional del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex) y que se llevan a cabo a través de la celebración de diversos actos promocionales, cursos de capacitación, formaciones, catas, eventos para profesionales y público general en diferentes países europeos y americanos que dan a conocer los valores diferenciales del jamón Consorcio Serrano.
Estas piezas cuentan con el Sello de Calidad ‘Consorcio Serrano’. Se trata del distintivo institucional que avala que las piezas de jamón serrano identificadas con él han sido elaboradas de acuerdo con las exigentes normas de calidad de la asociación y han pasado los rigurosos controles de calidad establecidos para la exportación del producto. Este sello garantiza un jamón serrano tradicional, único y elaborado siempre en nuestro país y con una materia prima que es 100 por cien española. De esta forma, sus cualidades sensoriales -sabor y textura esencialmente- lo diferencian, por su excelencia y finura, del resto de jamones serranos que se pueden encontrar en el mercado extranjero, así como de otros productos curados como el Prosciutto di Parma o el Jambon de Bayonne.